Hola!
He estado un poco perezoso esta semana, pero bueno todo llega jeje
El pasado sábado, sobre las 8 de la mañana salíamos camino de Tramuntana. Habíamos preparado una excursión que mis padres ya habían hecho hace algunos lustros, con lo cual tenían una percepción algo distorsionada del espacio/tiempo.
Por pura coincidencia, resultó que, debido a las nieves caídas durante la semana, veíamos las cumbres de Tramuntana emblanquecidas y así como íbamos acercándonos al Coll de Sa Bataia desde donde comenzaba nuestra excursión, supimos que sería un día especial.
Así pues, a las 9.30h de la mañana, comenzábamos a caminar por el camino de Coma-Freda atravesando una i otra vez los riachuelos de agua que por todas partes corrían y siguiendo el torrent del mismo nombre, que daba ese fresco tono musical a esta mañana gris.
Cuando ya habíamos hecho las primeras fotos junto a algunos discretos montoncitos de nieve y algún que otro charco congelado y cuando el puig de Galileu se iba presentando frente a nosotros, empezamos a enfilar la subida entre las dos cimas no antes de hacer la reglamentaria parada para merendar. Entonces no nos lo imaginábamos pero íbamos a necesitar toda esa energía incluso algo más.
Conforme íbamos ascendiendo también iba creciendo el grosor de la capa de nieve que nos rodeaba, ciertamente fue una suerte que alguien hubiera pasado antes que nosotros ya que la blanca cobertura tapaba cualquier referencia que pudiéramos buscar.
Al principio intentábamos disfrutar de este día de nieve conforme íbamos camino al paso entre Massanella y Galileu pero cuando el cansancio empezaba ya a hacerse notar, sólo teníamos ojos para alcanzar el primer objetivo y acabar esta dura subida.
Después de más de dos horas de ininterrumpida subida, llegábamos a las cases de neu y poco después, al fin, alcanzábamos el coll de n'Argentó. Había sido un largo y duro ascenso sobre la nieve ya helada que, en algunos lugares, superaba el medio metro de grosor y hacían más duros y difíciles nuestros pasos.
Una vez en el paso, comenzamos un suave descenso ya empezando lo que sería la ruta circular a Massanella en dirección a sa Font des Prat, sólo con pasar la pared que separaba, en la cresta, una vertiente de otra y cesar el viento frío que nos había complicado aún más la subida, recuperamos de golpe buena parte de la energía perdida.
Mientras íbamos bajando, ya con más aliento para bromear sobre los estragos por respirar de Pepi jeje disfrutábamos del sol que se asomaba tímidamente entre las grises nubes. Cuando ya habíamos dejado el paisaje despejado por el bosque de encinas, aún nos sorprendíamos de la cantidad de nieve acumulada, incluso bajo los árboles, la capa de nieve y las ramas caídas por su peso eran sorprendentes.
Así pues, sobre las 14.30h llegábamos, al fin, a sa Font des Prat donde paramos a comer.
Después de reponer fuerzas con salchichón, paté...¿queso blanco y mermelada sin azúcar? ¿qué energía aporta eso, madre? aix...para dietas estamos en la montaña... Pues eso, reprendíamos el camino ya siguiendo el curso de la canaleta.
La construcción de este canal se concluyó en el año 1750 y por él, las cases de Massanella, conseguían, al fin, el suministro de agua que tanto tiempo atrás se venía esperando.
Al poco tiempo de caminar sobre este ingenio, llegamos al punto más sobrecogedor de la ruta: el paso sobre el acueducto. Se trata de la construcción de 4 arcos para salvar el desnivel, por el que se pasa sin apoyo ni a un lado ni al otro. La altura, la estrechez de la canaleta y la nieve caida, hicieron que tuviéramos que poner algo más que los cinco sentidos en este, afortunadamente, corto tramo. Aún así, fue emocionante.
Una vez superado, seguimos en descenso siempre siguiendo el curso del agua, ahora en tubería, entre las encinas cada vez menos rodeados de nieve hasta dejarla, en su curso hasta Mancor de la Vall, siguiendo nosotros en dirección a sa Casa des Bosc.
Entonces nos adentramos en un verde, húmedo y vivo encinar, descendiendo entre raíces i rocas cubiertas de hojas caídas y musgo, donde el sol no alcanza a tocar el suelo. Por un momento te olvidas de la nieve, del viento, del frío y ya con el cansancio de un largo día, se convierte en un sendero balsámico donde el silencio, único de estos lugares, se rompe sólo con el sonido de nuestros pasos.
Y así llegábamos a la caseta donde nos paramos un instante a tomar un dulce antes del último tramo de la excursión. Fue como algo premonitorio el habernos detenido antes de comenzar la subida...y qué subida...
Siguiendo el ancho camino, zigzagueando, siempre ascendiendo, con la mente puesta en las dos columnas del Coll de Mancor donde por fin se acaba esta subida, íbamos con paso lento y pesado, sin palabra alguna, pasando corrientes de agua, hasta que poco a poco, la nieve, empezaba a dejarse ver de nuevo en los rincones más sombríos.
Y seguíamos subiendo.
Tiempo después, más adelante, volvíamos a estar totalmente rodeados de nieve, así pues, sabíamos el desnivel que estábamos superando al pasar de un paisaje totalmente verde al monocromo que dominaba cuando al fin, una hora y cuarto después de comenzar esta dura subida, llegábamos a las columnas que dividen diferentes excursiones.
Desde este punto, ya sí sólo nos quedaba un corto tramo de bajada hasta llegar de nuevo al Coll de Sa Bataia aunque, realmente, después de un día tan largo y agotador, cualquier distancia ya nos parecía excesiva.
Por tercera vez consecutiva, se acabó la batería del móvil mientras seguimos por GPS la ruta de la excursión, eso no quiere decir que vaya mal preparado sino más bien que llevamos tres excursiones bastante largas, esperemos que la próxima sea un poco más relajada, aún así, hay que decir que fue una fantástica excursión con el toque especial que la nieve le da a todo.
Así pues, hasta la próxima!
El pasado sábado, sobre las 8 de la mañana salíamos camino de Tramuntana. Habíamos preparado una excursión que mis padres ya habían hecho hace algunos lustros, con lo cual tenían una percepción algo distorsionada del espacio/tiempo.
Por pura coincidencia, resultó que, debido a las nieves caídas durante la semana, veíamos las cumbres de Tramuntana emblanquecidas y así como íbamos acercándonos al Coll de Sa Bataia desde donde comenzaba nuestra excursión, supimos que sería un día especial.
Así pues, a las 9.30h de la mañana, comenzábamos a caminar por el camino de Coma-Freda atravesando una i otra vez los riachuelos de agua que por todas partes corrían y siguiendo el torrent del mismo nombre, que daba ese fresco tono musical a esta mañana gris.
Cuando ya habíamos hecho las primeras fotos junto a algunos discretos montoncitos de nieve y algún que otro charco congelado y cuando el puig de Galileu se iba presentando frente a nosotros, empezamos a enfilar la subida entre las dos cimas no antes de hacer la reglamentaria parada para merendar. Entonces no nos lo imaginábamos pero íbamos a necesitar toda esa energía incluso algo más.
Conforme íbamos ascendiendo también iba creciendo el grosor de la capa de nieve que nos rodeaba, ciertamente fue una suerte que alguien hubiera pasado antes que nosotros ya que la blanca cobertura tapaba cualquier referencia que pudiéramos buscar.
Al principio intentábamos disfrutar de este día de nieve conforme íbamos camino al paso entre Massanella y Galileu pero cuando el cansancio empezaba ya a hacerse notar, sólo teníamos ojos para alcanzar el primer objetivo y acabar esta dura subida.
Después de más de dos horas de ininterrumpida subida, llegábamos a las cases de neu y poco después, al fin, alcanzábamos el coll de n'Argentó. Había sido un largo y duro ascenso sobre la nieve ya helada que, en algunos lugares, superaba el medio metro de grosor y hacían más duros y difíciles nuestros pasos.
Una vez en el paso, comenzamos un suave descenso ya empezando lo que sería la ruta circular a Massanella en dirección a sa Font des Prat, sólo con pasar la pared que separaba, en la cresta, una vertiente de otra y cesar el viento frío que nos había complicado aún más la subida, recuperamos de golpe buena parte de la energía perdida.
Mientras íbamos bajando, ya con más aliento para bromear sobre los estragos por respirar de Pepi jeje disfrutábamos del sol que se asomaba tímidamente entre las grises nubes. Cuando ya habíamos dejado el paisaje despejado por el bosque de encinas, aún nos sorprendíamos de la cantidad de nieve acumulada, incluso bajo los árboles, la capa de nieve y las ramas caídas por su peso eran sorprendentes.
Así pues, sobre las 14.30h llegábamos, al fin, a sa Font des Prat donde paramos a comer.
Después de reponer fuerzas con salchichón, paté...¿queso blanco y mermelada sin azúcar? ¿qué energía aporta eso, madre? aix...para dietas estamos en la montaña... Pues eso, reprendíamos el camino ya siguiendo el curso de la canaleta.
La construcción de este canal se concluyó en el año 1750 y por él, las cases de Massanella, conseguían, al fin, el suministro de agua que tanto tiempo atrás se venía esperando.
Al poco tiempo de caminar sobre este ingenio, llegamos al punto más sobrecogedor de la ruta: el paso sobre el acueducto. Se trata de la construcción de 4 arcos para salvar el desnivel, por el que se pasa sin apoyo ni a un lado ni al otro. La altura, la estrechez de la canaleta y la nieve caida, hicieron que tuviéramos que poner algo más que los cinco sentidos en este, afortunadamente, corto tramo. Aún así, fue emocionante.
Una vez superado, seguimos en descenso siempre siguiendo el curso del agua, ahora en tubería, entre las encinas cada vez menos rodeados de nieve hasta dejarla, en su curso hasta Mancor de la Vall, siguiendo nosotros en dirección a sa Casa des Bosc.
Entonces nos adentramos en un verde, húmedo y vivo encinar, descendiendo entre raíces i rocas cubiertas de hojas caídas y musgo, donde el sol no alcanza a tocar el suelo. Por un momento te olvidas de la nieve, del viento, del frío y ya con el cansancio de un largo día, se convierte en un sendero balsámico donde el silencio, único de estos lugares, se rompe sólo con el sonido de nuestros pasos.
Y así llegábamos a la caseta donde nos paramos un instante a tomar un dulce antes del último tramo de la excursión. Fue como algo premonitorio el habernos detenido antes de comenzar la subida...y qué subida...
Siguiendo el ancho camino, zigzagueando, siempre ascendiendo, con la mente puesta en las dos columnas del Coll de Mancor donde por fin se acaba esta subida, íbamos con paso lento y pesado, sin palabra alguna, pasando corrientes de agua, hasta que poco a poco, la nieve, empezaba a dejarse ver de nuevo en los rincones más sombríos.
Y seguíamos subiendo.
Tiempo después, más adelante, volvíamos a estar totalmente rodeados de nieve, así pues, sabíamos el desnivel que estábamos superando al pasar de un paisaje totalmente verde al monocromo que dominaba cuando al fin, una hora y cuarto después de comenzar esta dura subida, llegábamos a las columnas que dividen diferentes excursiones.
Desde este punto, ya sí sólo nos quedaba un corto tramo de bajada hasta llegar de nuevo al Coll de Sa Bataia aunque, realmente, después de un día tan largo y agotador, cualquier distancia ya nos parecía excesiva.
Por tercera vez consecutiva, se acabó la batería del móvil mientras seguimos por GPS la ruta de la excursión, eso no quiere decir que vaya mal preparado sino más bien que llevamos tres excursiones bastante largas, esperemos que la próxima sea un poco más relajada, aún así, hay que decir que fue una fantástica excursión con el toque especial que la nieve le da a todo.
Así pues, hasta la próxima!
Aquí dejo el álbum de fotos, como siempre, clicar en la imagen para acceder.
Víctor
Otra vez acabé la batería del móvil poco antes de llegar a las columnas, desde ahí inicié un nuevo registro para calcular la distancia total, así que en la gráfica, el dato es incompleto.
Vuelta a Massanella por la canaleta |
Otra vez acabé la batería del móvil poco antes de llegar a las columnas, desde ahí inicié un nuevo registro para calcular la distancia total, así que en la gráfica, el dato es incompleto.
Distancia total: +/- 21,5 km
Tiempo total: 8h 45min
Mapa de la ruta, clicar al enlace (falta el tramo final hasta el Coll de Sa Bataia)
Gráfica comparativa de velocidad y altitud(Clicar en la imagen para ampliar) |