jueves, 25 de julio de 2013

Crónica: Torrent de Pareis

Hola!
Está visto que no puedo presionar a la gente para estar a la hora ya que siempre que lo hago, algo me pasa para ser yo quién llega tarde. Aix, así fue como empezaba la madrugada para mi, con el teléfono sonando para ya levantarme tarde. Tarde según lo que habíamos previsto, ya que eran las 4.15 de la madrugada.
Así que después de las primeras carreras imprevistas del día, a eso de las 4.30 salíamos de Felanitx camino de Tramuntana.
Hasta que no empezamos a girar las primeras curvas del ascenso hasta el Coll de sa Bataia no se empezaba a notar el sobrevenir del amanecer. En la oscuridad, se podía ver dibujada la silueta de la sierra, imponente, a lo lejos como si fuera el obstáculo que debe superar el sol cada mañana para entregarnos el día. Así, con cierta dificultad para mantener la vista alejada del espectáculo en que se convierte el cielo al teñirse de color, pasamos el punto desde donde, aproximadamente una hora después, empezaríamos a caminar. Aún debíamos seguir unos kilómetros más hasta Sa Calobra para dejar el coche y regresar al punto de partida.
Toda esa ruta, que al volverla a recorrer, sería ya a mediodía, a estas horas de la mañana aún es de lo más entretenida ya que el alba va pintando los detalles del lugar mientras que el fresco y el sonido de la vida despierta nuestros sentidos, aún aletargados por el sueño.
Poco antes de las 7 de la mañana ya dábamos el primer saltito para dejar el asfalto y comenzar la bajada desde la carretera hasta el lecho del Torrent.
El sendero, que zigzaguea por la ladera, entre carrizo, tiene como fondo la imagen del cañón por el que vamos a caminar hasta llegar al mar. El sol naciente iluminaba ya con ese cálido color dorado que lo tiñe todo, todo menos lo que queda a la sombra de las paredes, inmensas, del Torrent. A nosotros ya nos había sacudido la sensación de fresco que tuvimos unos minutos al comenzar el descenso y nos daba el prometido buen día, único aquí entre montañas deTramuntana. Allí, a lo lejos, al otro lado del valle, sigue en pie el antiguo cuartel de los carabineros y las Cases des Cosconar que nos recuerdan antiguas excursiones.
Así pues, sobre las 8.30 de la mañana llegábamos a s'Entreforc. en este punto convergen los dos torrentes que dan nombre al lugar: es torrent de Lluc i es torrent des Gorg Blau. Paramos a desayunar y por unos minutos pudimos disfrutar del silencio y la grandeza del lugar, al poco tiempo se nos unió una hambrienta cabrita y unos minutos después ya llegó un grupo de "cabras" de dos patas armando jaleo así que, una vez llenado el estómago de energía, comenzamos a caminar, ahora sí, literalmente, es Torrent de Pareis.
El camino se pierde en un pequeño montículo de pequeños árboles y plantas bajas una vez que salimos del Entreforc hasta que llegamos a las primeras rocas enormes que cubren de pared a pared el cañón. El tamaño es tal que te hacen sentir como una hormiga recorriendo un surco en la arena en un mundo de gigantes. Su forma redondeada hace que parezca que hayan llegado rodando como haríamos nosotros con una piedra de río. Pero son enormes. De tal tamaño que en una foto a lo lejos, apenas podemos distinguir a los excursionistas en medio de tan magnífico escenario.
Asi, bordeándolas siguiendo el sendero, llegamos al primer bot que bajamos pasando sobre una pequeña piedra que parece encajada entre dos rocas para evitar que se enfrenten. Más abajo, ya siempre sobre granito, seguimos a veces el curso del agua que es la única que parece hacer frente al peso de todo este movimiento de tierra puliendo canales y llenando agujeros. Nosotros, a falta de la fuerza del agua, pasamos bajo huecos y saltamos entre rocas siguiendo el paso que la naturaleza ha dejado para que podamos disfrutar de este lugar.
Al rato, a poco de llegar al segundo bot, paramos unos segundos a poner la vista atrás. En el canal, se agolpan cientos de rocas a cual más enorme, unas sobre las otras llenando decenas de metros en altura pero aún no alcanzan, ni de lejos, la abertura del torrent, arriba el sol rasga las paredes como a cuchillo intentando llegar al fondo aunque para eso le faltan algunas horas aún. Es un lugar que te llena el corazón de la fuerza que parece mover todas esas piedras y las paredes, verticales, que las encauzan como si fuera fácil contener toda esa energía que creó este lugar. Te sientes minúsculo a la vez que afortunado estando ahí.
Justo después de pasar el segundo paso, encontramos un numeroso grupo que había parado, decidimos pasarlos para evitar las aglomeraciones en los dos últimos pasos quizá pensando que los dejaríamos atrás ya que suelen ir más lento. Pero resultó convertirse en una especie de persecución que ciertamente le quitó encanto a la excursión. Apenas pudimos descansar, ni siquiera paramos en la cova des Romagueral mientras nos adentrábamos en el tramo más estrecho de la ruta, para mi, la parte más bonita.
Fue una pena no poder disfrutarlo mejor, aún así siempre encontrábamos un momento para alzar la cabeza y buscar la luz a lo lejos, entre la vegetación que se aferra a las lisas paredes, mirar hacia atrás donde el camino corretea ente cantos rodados por el agua o imaginarnos la corriente, en los meses de lluvia, llenando el canal donde ahora sólo queda la marca del nivel que alcanza.
Al fin, con algún que otro apuro para pasar los pasos más resbaladizos, a las 10 de la mañana, los habíamos superado todos, así que paramos a recuperar fuerzas, beber, comer y comentar los detalles.
Con mucha pereza, nos quedaban aún por recorrer los últimos kilómetros hasta llegar junto al mar, quizá es el tramo menos atractivo aunque se notaba que ya caminábamos mucho más relajados, ahora sólo el sol nos preocupaba ya que, casi continuamente, nos recordaba que es verano con el calor que estaba apretando cada vez más.
Así pues, mientras las paredes se abrían al cielo, como es costumbre, nos empezamos a cruzar los primeros turistas con chanclas que se adentran desde la playa y siguiendo nosotros en la otra dirección, ya sobre grava, llegábamos a la playa del Torrent de Pareis, curiosamente poco concurrida. De ahí, tuvimos tiempo para una sorpresa más, que fue pasar el primer túnel, sin cruzarnos ni una sola persona, cosa que no recordábamos ninguno de los tres que nos hubiera sucedido nunca.
Ya sólo nos quedaba un corto recorrido hasta el coche que dejamos en la madrugada y regresar a casa.

Un placer volver a recorrer esta ruta maravillosa tan conocida de Mallorca, preciosa como siempre, única y especial en cada uno de sus tramos, es sin duda una catedral natural, un escenario único que regalarle a la vista, es de esos lugares que te hacen sentir que estás en un sitio mágico desde el primer paso que das persiguiendo el amanecer mientras buscas ese corte imponente en la montaña, hasta que llegas al mar donde todo tiene un sentido de fin del trayecto, como quién alcanza la cima de una montaña.
El Torrent de Pareis es en verdad, el sueño de un día de verano.

Aquí dejo el álbum de fotos, como siempre, clicar en la imagen para acceder.

Aprovecho para despedirme de este año maravilloso para los Caminets de Mallorca, hemos sido pocos pero los mejores. Con ésta, ponemos punto y final a la temporada 2012/2013 y deseamos que la próxima temporada sea, mínimo, tan buena como ésta.
Feliz verano.
Víctor
Distancia total: 8,13km
Tiempo total: 5h 3min
Mapa de la ruta, clicar al enlace

lunes, 15 de julio de 2013

Torrent de Pareis


Hola!
El verano ya está aquí. Al fin hace el calor que se merecen estas fechas y, aunque me entristece pensar que ya hace casi un mes que los días son cada vez más cortos, disfrutamos con el mar, la playa, la noche como sólo en verano puede ser.
La verdad es que a menudo se suele "vender" la época estival como un tiempo de descanso, de dejar atrás el estrés de la monotonía laboral del resto del año, de paseos relajantes o siestas eternas,  yacer en la playa hasta ver caer el sol y noches de terraza y aire fresco. Pero la verdad es que muchas veces, aunque bien es verdad que procuramos hacer todo lo descrito, el verano se convierte en unos meses de acción sin freno, ocupados hasta el último minuto de cada hora tanto así que llegamos arrastrando a septiembre deseando ver el cambio de estación, decirle adiós a la playa y relajarnos, de verdad, en el sofá de casa.
Pero, aún en julio, tenemos mucha energía que derrochar. Así pues, como no nos basta el jaleo semanal, apuraremos un fin de semana más con la última excursión de la temporada para Caminets de Mallorca.
Como viene siendo costumbre, aprovechamos el verano para disfrutar de una de las excursiones más representativas de la isla. Esa de la que todo mallorquín y mallorquina ha escuchado hablar o ha tenido el placer de hacer alguna vez. Es Torrent de Pareis es, en la sierra de Tramuntana, como un filón de oro excavado y expuesto por el agua que, a pesar de no ser brillante como dicho metal, es de igual belleza. Un año más, iremos a rodearnos de sus paredes y a envolvernos en su silencio puro con el encanto de esa catedral natural imperecedera.
No será temprano al sonar el despertador, más bien tarde, aún a oscuras, pero el amanecer en Escorca nos dará los buenos días.
Saludos
Víctor

Día, hora y lugar de partida: sábado 20 de julio a las 5.00h en casa

Hora prevista de vuelta: sobre las 13.00h volveremos a estar en el coche

Dificultad: ya hemos hecho esta ruta varias veces y conocemos de sobra sus dificultades que no son tantas, aún así, es una excursión con mucho peligro si se desconoce el recorrido o no se toma el cuidado y respeto que exige.




Previsión meteorológica: seguramente nos espera otro agradable día estival a pesar de que pueda pasar alguna que otra nubecita.


(clicar en la imagen para ver ampliada)

Fotos web: fotos de internet del lugar que visitaremos para animar a la gente, NO son fotos de excursiones nuestras que ya hayamos hecho. Aquí dejo una imagen del tajo formado por el agua a la altura del Entreforc por el que caminaremos vista desde la bajada desde Escorca y otra imagen del tramo final ya a su llegada a la playa de guijarros de Sa Calobra.



(clicar en la imagen para verla ampliada)

Ahí queda todo, ya sólo queda esperar hasta el fin de semana para disfrutar de la ruta.
Saludos
Víctor