domingo, 17 de junio de 2018

Puig de Galdent y puig de ses Bruixes

Hola!
Y casi para despedir el pobrísimo año excursionista, aquí dejo la crónica de la que será, salvo que el torrent de Pareis lo impida, la última excursión de este año.
Este año la primavera ha sido... bueno lo resumiremos con que ha sido una auténtica porquería en cuanto a meteorología se refiere.
Pero ello ha propiciado que hemos podido aprovechar el primer sábado de junio para salir a caminar y por lo menos dejar un par en el contador de Caminets de Mallorca de este año. No hay mal que por bien no venga.
Así pues, no muy temprano en la mañana de sábado, salíamos de Felanitx en dirección al centro de la isla junto a una de las elevaciones más reconocibles de Mallorca como es el puig de Randa, que, aunque no es nuestro destino de esta mañana, si se sitúa al lado del pueblo de Algaida desde donde comenzamos esta nueva ruta.
A eso de las 10 de la mañana, bajo un cielo amenazantemente gris, iniciábamos nuestro camino recorriendo la calle del Sol, para abandonar el pueblo, y seguimos, un poco después, por el camino de son Miquel Joan hasta llegar junto al antiguo molino para extracción de agua de s'hort d'en Borràs, donde decidimos para a merendar.
Al pasar la verja, accedimos al patio junto al molino del que sale una acequia para conducir el agua y en ese bonito lugar y mientras unas tímidas gotas empezaban a caer sobre nosotros, nos sentamos a disfrutar de unas calentitas empanadas que ya forman parte de la rutina de nuestras excursiones.
Después de comer y beber un poco, porque a pesar del mal tiempo, es junio y la temperatura es agradable, esta vez sí había postre, unos deliciosos donuts con los que reanudamos de buena gana el camino.
A los pocos metros, nos desviamos y seguimos por la pista aún de asfalto, aunque cada vez en peores condiciones, de son Roig i l'Heretat que nos condujo a través de campos de trigo y vid, y una vez pasadas las casas de Son Roig, hasta los pies del puig de Galdent.
Gracias a las buenas indicaciones de la guía escrita que llevábamos, abandonamos la pista forestal por el sendero por el que iniciamos el ascenso al puig.
Nos vimos entonces tapados de vegetación, alto carrizo y pinar, que se abrían lo suficiente para dejar pasar el estrecho camino de tierra y hojas caídas que recorre la ladera, desde donde, de vez en cuando, se abría un claro por donde disfrutar de las vistas del valle y el vecino puig de Randa con su monasterio y su inconfundible antena esférica.
El agradable paseo se tornó de pronto en una abrupta subida.
Comenzamos pues a ascender directos a la cima del monte por un camino mucho más abierto y rocoso que nos hizo recordar las largas subidas de Tramuntana aunque, por fortuna, no fue tan largo y en unos minutos conseguimos completar el ascenso de los 420m del puig de Galdent.
En esta bonita, pequeña y llana cima y gracias a este día de nubes, pudimos hacer una muy agradable parada para descansar, tomar algún dulce y disfrutar de unas vistas preciosas del llano centro de la isla salpicado de casitas, pueblos, donde llama la atención la iglesia de Sant Miquel en el centro de Llucmajor, y alguna que otra piscina que destaca entre los colores de la naturaleza.
Después de este relajante momento, seguimos nuestra ruta, no descendiendo, como suele ser habitual una vez que se llega a una cima, sino que, sin perder apenas altura, continuamos junto a la cresta que recorre toda la sierra de Galdent con la vista puesta ya en nuestro siguiente objetivo, el puig de ses Bruixes, que en principio no reconocimos al estar oculto tras una pequeña elevación.
Así seguimos por la ladera hasta cambiar de vertiente a través de un bonito paso natural en la cresta conocido como sa Sopegada des Gegant. Se trata de una abertura en forma de U que atravesamos y por la que dejamos la seca cara sur para adentrarnos en la húmeda cara norte a la sombra de un bonito encinar.
El sendero, oculto entre la vegetación, continuaba saltando antiguas paredes de parcelas y dejándonos ver, al fin, el puig de ses Bruixes desde algún claro entre los árboles hasta que ya comenzamos a tomar altitud de nuevo y alcanzamos las grandes rocas que forman la cima del monte.
El último tramo se estrechaba bastante y se hizo emocionante llegar hasta su punto más alto a 373m de altitud pasando de roca en roca e intentando no desviar la vista hacia el fondo del valle que se extendía frente a nosotros.
El lugar, que se asemejaba bastante a la cima del puig de Galdent, sobretodo por las vistas, es un cúmulo de piedras sin apenas vegetación que se alza vertical sobre el valle a orillas de Llucmajor y a la sombra del puig de Randa.
Después de una corta parada para retratar el momento y beber un poco, retomamos el camino de vuelta, esta vez sí, deshaciendo los pasos que nos habían conducido hasta la cima, hasta desviarnos un poco más abajo a una zona más confortable donde el tramo aéreo que dejábamos atrás ya no era un problema.
Iniciamos así una fuerte bajada por un sendero estrecho pensando en encontrar un buen lugar para comer, ya que, por lo visto, una excursión no muy larga sobre papeles, se nos estaba estirando más de lo esperado, el sedentarismo excursionista nos pasa factura...
Un poco más tarde llegamos por fin a un camino rural, junto al enorme aljibe de son Reus, que seguimos hasta encontrar el mismo lugar que, en la mañana, habíamos tomado como desvío para dirigirnos hacia el primero de los montes que pensábamos ascender.
Andamos de nuevo sobre nuestros pasos a través de los viñedos con sus sanos rosales al inicio de las líneas de parra hasta volver a dejar el camino por una nueva ruta, que tras un momento de confusión al pasar, literalmente, por mitad de una granja, nos dejó al inicio de un bonito y tranquilo pinar. Conste que el camino por aquí pasa en realidad, lo que se ha rodeado de tantos aparejos agrícolas que parece que haya pasado a formar parte de la granja.
Así pues, continuamos atravesando el bosque donde por fin paramos a comer a la sombra de un conjunto de pinos ya que, finalmente, el día se había despejado y el sol calentaba como en un día de junio debiera hacer, así que nos hubiera gustado tener el agua más fresquita.
Sin extender demasiado la parada, seguimos nuestro camino hasta salir del pinar y dar con el antiguo trazado del camino de Algaida a Llucmajor que seguimos, recorriendo los últimos metros de esta excursión, paralelos a la actual carretera y ya en el pueblo y antes de dejar Algaida, celebramos esta nueva salida de Caminets de Mallorca con un buen refresco.

Como siempre, aunque sean pocas, aunque los compromisos nos mantengan alejados de estas maravillosas excursiones, Caminets de Mallorca sigue en marcha una temporada más con la esperanza de que la temporada que viene puedan ser más las salidas y con la vista puesta en el torrent de Pareis, del que el año pasado no disfrutamos.

Hasta la próxima!

(Clicar en la imagen para ampliar)









Fecha: 2 de junio de 2018
Distancia: 13km 890m
Tiempo: 5h 54m
Mapa de la ruta: Puig de Galdent y puig de ses Bruixes (falta el tramo del inicio hasta el molino)